El costo de la canasta básica alimentaria subió 3,8% en septiembre, lo que cortó una tendencia decreciente observada desde el último trimestre del año pasado, según un informe elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
El trabajo, dejó en claro además que el costo la canasta básica total, que mide alimentos, indumentaria y algunos servicios públicos, subió en septiembre 2,5%. De esta manera, una pareja tipo con dos hijos de entre 5 y 8 años necesitó percibir ingresos por $ 6.055,7 para poder adquirir la canasta básica alimentaria, y $ 13.878,1 para poder abonar la canasta básica total.
La canasta básica alimentaria mide el umbral por debajo del cual se cae en la linea de indigencia, es decir, no se tiene dinero ni para comer, mientras que la CBT mide el escalón por debajo del cual se cae en la pobreza.
Por otro lado, la consultora Economía & Regiones detectó una inflación de 1,7% y una “core” de 2,3%. “El proceso desinflacionario, al menos por ahora, continúa abortado”, dijo, categórico, el informe. “La inflación ‘core’ fue superior a la general porque todos los bienes y servicios subieron en relación al aumento de los regulados/tarifas. De hecho, lo que más aumentó fue Indumentaria (+5,05%) que se explica por la mayor demanda del cambio de temporada (primavera/verano), aportando al índice +0,4 punto. Del otro lado, dentro de los regulados, la medicina prepaga fue el único servicio que se incrementó en septiembre ya que aumentó un 5% en septiembre, incidiendo en el rubro medicina en 4,58%, y aportando al índice +0,27 punto. A su vez, otros rubros tales como educación (+3,45%), vivienda (+2,81%), aportaron al índice solamente +0,07; +0,37; +0,01 y +0,01 punto, respectivamente”, explicaron.
¿Qué se puede esperar de la inflación para lo que queda de 2017? La cosultora fue clara: “los meses siguientes hasta finalizar 2017 y adentrarnos en 2018 no serían fáciles en materias de precios. En el mejor de los casos, y según nuestras estimaciones, la inflación promediaría el 1,5% para los últimos cuatro meses del año, lo cual implicaría que la inflación cerraría en 22,6% interanual en diciembre, incumpliéndose la meta por 5,6 puntos porcentuales”, dijo en un comunicado E&R. En este sentido, aseguró que el principal motivo detrás de la reversión de la desinflación es una política fiscal que no acompaña. “Las expectativas de inflación no bajan porque el déficit fiscal prácticamente no se achica, y el BCRA debe seguir emitiendo continuamente más o menos lo mismo para asistir al Tesoro”, sostuvo.